Oficinas centrales de Telegram – Los administradores de sistema de la aplicación Telegram han reportado un aumento de 1,000% en el uso de sus servidores, y han concluido que se debe al reguero de políticos corruptos que se han pasado horas enteras borrando sus conversaciones privadas para evitar caer en la misma página de Cheo que Ricky Rosselló y sus compinches.

«¡Esto es inaudito!», tronó Chad Barkley, el administrador de sistema de Telegram, mientras examinaba las estadísticas de rendimiento de su sistema. «Nunca había visto un alza en el uso de CPU de nuestros servidores como lo que lo que he visto en las últimas horas. Es como si un reguero de usuarios haya decidido ponerse a borrar todos sus mensajes, uno a uno. ¡Qué paciencia hay que tener para eso! ¡Es como si tuvieran miedo que algún ‘panita’ le sacara screenshots a sus conversaciones llamándole ‘puta’ a las mujeres o haciendo alguna confabulación rayando en lo ilegal, y las publicara en las redes sociales!», concluyó el analista de sistemas, describiendo a toda nuestra clase política.

Luego de examinar las conversaciones que nuestros políticos están desesperadamente intentando borrar, Barkley opinó: «¡Nunca había visto tantas groserías misóginas, insultos homofóbicos y ofensivos comentarios de frat boys desde la hora de almuerzo!».

Mientras tanto, en las oficinas del Capitolio reina un silencio sepulcral, puntualizado por el desesperado claqueteo de dedos sobre teclados telefónicos y ocasionales murmullos entre dientes de: «¡Avanza y bórrate, puñeta!». Por su parte, Thomas Rivera Schatz está tranquilamente reclinado en su silla con las manos detrás de la cabeza y los pies sobre el escritorio: «Me dan pena los compañeros que sienten el deber de borrar todas las barrabasadas que escribieron en los chats privados con sus panitas. Yo estoy tranquilo porque tengo la mejor inoculación para ese problema: ¡no tengo amigos!».

Por El Rata